Web Toolbar by Wibiya Caso García Belsunce: abril 2003

miércoles, 30 de abril de 2003

Se cae la coartada de Pachelo

Dos comunicaciones telefónicas ubican en Pilar al vecino que dijo haber estado en un shopping a la hora que mataron a María Marta. Se trata del sospechoso favorito de los García Belsunce.


Por Raúl Kollmann

El centro de las sospechas del caso García Belsunce es su marido, Carlos Carrascosa, preso como supuesto autor del crimen. Sin embargo, en silencio, se desarrolla una intensa pesquisa alrededor de la otra hipótesis que tiene el asesinato de María Marta: una banda de vigiladores del country, supuestamente asociada a un vecino, que habría entrado en la casa de los Carrascosa a robar, fueron sorprendidos por María Marta y la mataron. El vecino que está en la mira esNicolás Pachelo, quien declaró ante la Justicia que no estaba en el country a la hora del crimen. Pero aparecieron dos llamadas –una fue revelada por Página/12 la semana pasada– que ponen en terapia intensiva su coartada. La segunda comunicación a su celular demostraría que mintió y que estuvo en la zona de Pilar desde mucho antes del crimen y hasta una hora después de la muerte de María Marta. Ayer hubo otra diligencia respecto de esta pista: se le iba a mostrar a Santiago Biassi, uno de los médicos que estuvo en la casa, el identikit armado por la familia García Belsunce de la famosa dama de rosa, una mujer que sospechosamente estuvo presente la noche del asesinato y que nadie conocía. Esa mujer, sería –según dicen– la esposa de Pachelo. Biassi no apareció en la fiscalía y sería citado nuevamente bajo amenaza de ser llevado por la fuerza pública.A María Marta la mataron aproximadamente entre las 18.15 y las 18.50 de aquel domingo 27 de octubre. Citado a declarar, Pachelo –un vecino considerado sospechoso por la familia García Belsunce–sostuvo en su primera aparición ante el fiscal que se fue del country antes de las 19, pero que su salida no está registrada porque salió con el auto de su esposa, que había perdido la tarjeta magnética con la que quedan registradas las entradas y salidas. El vecino dijo que a poco de andar en el coche se dio cuenta de que se había olvidado la billetera, por lo que volvió al country por dos minutos y volvió a salir. En rigor, esto ya lo pone en el country Carmel a la hora del crimen. Pachelo contó en esa primera declaración que se dirigió a la casa de su madre, en la Avenida del Libertador, para luego ir juntos al shopping Paseo Alcorta. Cuando se acercaba al edificio en el que vive su madre, la llamó por teléfono desde su celular para pedirle que bajara a la puerta. De allí fueron al shopping donde a las 19.40 le compraron unos guantes a uno de los hijos de Pachelo. Esa compra se pagó con la tarjeta de la madre de Pachelo por lo cual tampoco hay certificación de que verdaderamente estuvo en el shopping.El listado de llamadas telefónicas de la empresa Movicom determinó luego que Pachelo llamó a su madre a las 19 en punto y que la llamada se cursó por la antena 394 que corresponde a Pilar. Esto fue lo revelado por Página/12 la semana pasada e indica que Pachelo estaba en la zona del country hasta bastante después de la hora del crimen. El vecino hizo pública su explicación: “Me olvidé la billetera, volví al country y cuando estaba en la Panamericana, camino a casa de mi mamá, la llamé”, le dijo a este diario. Esto cambia su versión inicial de que la llamada la hizo cuando llegaba al edificio de su madre.Para complicar más las cosas, el informe de Movicom reveló ahora que hay otra llamada, pero esta vez a las 19.32. Se trata de una llamada entrante al celular de Pachelo y realizada desde un teléfono con la característica 4832, de la zona de Palermo. En concreto, lo llamó su suegro y la comunicación entró al móvil de Pachelo por la celda 394, correspondiente a Pilar. Esto indica que, a esa hora, el vecino no estaba cerca de la casa de su madre ni camino al shopping, sino en Pilar. Consultado por este nuevo dato, Pachelo sostuvo que esa llamada no existió. Como es obvio, no podía estar a las 19.32 en Pilar y a las 19.40 en el shopping. No son ésos los únicos elementos que existen contra el vecino. Tres jóvenes, de entre 14 y 17 años, dicen haberlo visto en el country y cercade la casa de María Marta a la hora del crimen. Describieron hasta su indumentaria, aunque Pachelo niega que haya estado vestido de esa manera. Las sospechas sobre Pachelo existen porque hubo varios casos de robo en el country, en tres de los cuales se lo involucró, aunque él sostiene que no tuvo nada que ver:- Un electricista dijo que el vecino le había pagado unos trabajos con una computadora. Esa computadora había sido robada de la casa de un vecino del country.- María Marta lo acusó de haberle robado su perro e incluso la familia García Belsunce sostiene que Pachelo vendió el perro en un criadero. El lo niega en forma rotunda y argumenta que el perro que tenía era de otro vecino.- Desaparecieron 47 palos de golf y en una filmación de una casa de venta de artículos de ese deporte aparece Pachelo intentando vender esos palos. Pachelo argumenta que le hicieron una cama.Todos estos elementos hicieron que el country Carmel destinara un vigilador, de apellido Villalba, a seguir en forma permanente a Pachelo. La empresa de seguridad, además, dio orden de que todo movimiento de Pachelo debía ser registrado en una libreta y que toda entrada o salida del country se asentara en un libro. Ayer el fiscal Diego Molina Pico ordenó el secuestro de ese libro.Fuentes de la investigación sostienen que la pista Pachelo se sigue investigando. Es obvio que, si el vecino mintió y su coartada es falsa, eso no lo convierte en asesino, pero la sospecha existe y también está la sospecha de su relación con algunos vigiladores. Carrascosa sigue siendo el sospechoso principal, pero tanto dos jueces como funcionarios de la Procuración ratificaron que “el vecino está siendo investigado más que nunca”.


Fuente

martes, 29 de abril de 2003

Señor Director:

"El periodismo tiene un rol importantísimo en estos momentos de la vida nacional. Sin embargo, ante ciertos hechos algunos no parecen estar a la altura de las circunstancias.

"El denominado caso García Belsunce constituye un lamentable ejemplo. En contraste con la nota necrológica que publicó LA NACION, se han difundido calumnias que afectan el honor de la víctima, obviamente imposibilitada de defenderse.

"Asistimos inermes a la intromisión en los actos de la Justicia cuando se exhiben por televisión los facsímiles de las declaraciones de los testigos. Cabe preguntarse cómo se filtra esa información en forma reiterada, condicionando a quienes podrían optar por no contribuir al esclarecimiento del caso en resguardo de su privacidad o de su seguridad.

"Se repiten con sensacionalismo declaraciones que en nada coinciden con lo que observé en el velorio, en el que puedo afirmar que el ambiente era de profundo dolor.

"Este triste caso alimenta la voraz maquinaria de un amarillismo que se extiende día tras día. Ojalá se impongan la responsabilidad del periodismo y la ponderación de quienes deben administrar justicia, para que María Marta finalmente descanse en paz."


Jorge T. González Zuelgaray DNI 10.613.154


Carta publicada el 29 de abril de 2003 en el diario "La Nación"

Tapa del diario Clarín del 29 de abril de 2003


Declaración del vigilador Maciel


Declaración del vigilador Ortiz (abril 2003)


lunes, 28 de abril de 2003

Acta de careo entre Carlos Carrascosa y Alba Benítez



Contradicciones entre los testigos contra Carrascosa

Carlos Carrascosa, principal sospechoso por el crimen de su esposa, María Marta García Belsunce, se enfrentó hoy cara a cara con la encargada del bar, el mozo y la mucama que terminaron haciendo caer su coartada y tanto el imputado como los testigos se mantuvieron "en lo sustancial" en sus dichos.

Así, Carrascosa ratificó que estuvo en la casa de su cuñado a la hora en que ocurrió el homicidio pero, con distintos matices, Alba Benítez, Gerardo Oberndorfer y Catalina Vargas insistieron en comprometer la coartada del detenido.

Será ahora el fiscal Diego Molina Pico, a cargo de la investigación, el que deberá determinar si, durante los cruces, hubo algún detalle que haga pensar quién está faltando a la verdad.

Por lo pronto, los defensores del detenido se entusiasmaron en remarcar las "falibilidades" de los testigos porque -remarcaron- se está discutiendo "un tema de horarios de un hecho ocurrido hace seis meses" que conmovió la vida de Carrascosa pero no la de cada uno de los declarantes, subrayó el abogado defensor José Scelzi.

No obstante, las versiones tendrán que ser valoradas por el fiscal Molina Pico y por el juez Diego Barroetaveña quien, a pedido de la defensa, encabezó las audiencias e incluso realizó algunas preguntas a los protagonistas.

De barba blanca tupida y algo más flaco, Carrascosa salió esta mañana de la DDI de San Isidro, donde está detenido desde hace 17 días por el crimen de su mujer, y fue conducido hasta el quinto piso de los tribunales de ese distrito para comenzar con los careos.

Primero, en medio de un trato muy respetuoso, Carrascosa se enfrentó con Alba Benítez, a cargo de la concesionaria del club house del country Carmel de Pilar, donde ocurrió el crimen, quien ratificó que vio en ese bar al detenido entre las 18 y las 19 del domingo 27 de octubre último, donde el imputado tomó un café y un lemoncello.

La mujer insistió en aludir a la conversación que habían tenido aquella tarde, cuando Carrascosa le recomendó no contratar personal para el verano por una cuestión de seguridad.

"Efectivamente, Carrascosa recordó esa charla y aportó otros detalles que habían ocurrido durante esa conversación, pero aseguró que ello podría haberse dado el sábado por la tarde o el domingo por la mañana", señaló Scelzi.

Benítez, no obstante, aseguró que ella respetaba enormemente a Carrascosa pero que sólo estaba diciendo lo que recordaba. Y reconoció que, pese a ver visto en gran cantidad de oportunidades a los familiares de María Marta, nunca comentó con ellos esta circunstancias que, no obstante, sí le contó al fiscal Molina Pico varios meses después.

Si, tal como dijo Benítez, Carrascosa "estaba tomando un café y un lemoncello en el club house, entonces está detenido por tomar café y lemoncello pero no está detenido por matar a su mujer", subrayó el abogado.

Luego vino el turno de Gerardo Oberndorfer, mozo del club house, quien también contó que en la tarde de aquel día, entre las 18 y las 19, vio llegar a Carrascosa en su camioneta y caminar con "su andar pachorriento" hacia el bar. "Me pidió un café, un lemoncello y que le convide un cigarrillo", repitió el mozo.

Sin embargo, Scelzi dijo que existió una contradicción entre Benítez y Oberndorfer. Los dos dijeron que Carrascosa había hablado con ellos y que estuvo en el bar por unos 15 ó 30 minutos, pero la mujer señaló que no vio al imputado hablando con el mozo y éste no recordó el diálogo con su patrona.

Otro punto destacable para la defensa es que ni Benítez ni Oberndorfer pudieron justificar por qué se acordaban especialmente de aquella visita al house, si -según reconocieron- Carrascosa iba todos los fines de semana al bar para tomar un café y un lemoncello.

"Además, dijeron que lo encontraron ´muy tranquilo´, sin nada que llamara la atención. Estaba respetuoso y cordial como siempre", señaló Scelzi.

Por último, Carrascosa se enfrentó con Catalina Vargas, una empleada doméstica que trabajó sólo dos fines de semana en la casa de los Bártoli y que aseguró que aquel domingo, cerca de las 18, fue a buscar el agua caliente y las tazas que habían usado sus patrones y los invitados en la reunión y en el living "ya no había nadie".

"Esto es un problema de saber si eso ocurrió a las 18 o a las 18.45. Esta señora tiene la seguridad de que fue a las 6, mientras que Carrascosa afirma que fue 45 minutos después. Habrá que ver ahora qué razones tiene cada uno de los declarantes para sostener sus dichos y cómo se corresponden esos datos con los que brindaron otros testigos en el expediente", dijo Scelzi esta noche, al término de las audiencias.

Scelzi destacó que su cliente estuvo "sereno, respetuoso, convencido y muy seguro", y opinó que los dichos vertidos hoy "no llegan a comprometen en mayor medida a Carrascosa".

Minutos antes de las 20, el imputado volvió a ser ingresado a una camioneta que lo trasladó a su lugar de detención.


Fuente

Carean a Carrascosa con los que lo comprometen

Teniendo como fondo una lucha interna entre fiscales que intervienen en el caso, Carlos Carrascosa, detenido por el crimen de su esposa, María Marta García Belsunce, será careado hoy con los tres testigos que demolieron su coartada.

El viudo será trasladado desde su celda de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de San Isidro en un horario que se mantiene en secreto, para evitar que los tres testigos que confronten sus relatos con el de Carrascosa se vean presionados por la segura presencia de los medios de prensa. Además, no está confirmado si el trámite se realizará en la fiscalía de Diego Molina Pico, en Pilar, o en los tribunales de San Isidro, pues el juez de Garantías de la causa, Diego Barroetaveña, estará presente durante las audiencias por pedido de los abogados defensores.

La principal contradicción entre el relato de Carrascosa y el de los testigos es dónde estuvo el detenido entre las 18 y las 19 del 27 de octubre último, cuando ocurrió el homicidio de la víctima en su chalet del country Carmel, de Pilar. El detenido primero juró como testigo y luego declaró como acusado que esa tarde estuvo mirando por TV un partido de fútbol entre River y Boca y luego otro entre Independiente y Rosario Central en la casa de su cuñado Guillermo Bártoli.

Pero la encargada de la concesionario del club house de Carmel, Alba Benítez, señaló que estuvo allí, donde tomó un café y una copa de lemoncello. El mozo del lugar Gerardo Oberndorfer corroboró ese relato, aunque sostuvo que llegó en una camioneta de color azul que estuvo en el estacionamiento. Además, Catalina Vargas, la empleada doméstica de los Bártoli, juró que cerca de las 18, cuando fue a retirar las tasas de café en el living de la casa, no sólo no vio a nadie allí mirando televisión, sino que el aparato estaba apagado.

El fiscal se valió de estos tres testigos para demoler la coartada de Carrascosa y convencer a Barroetaveña de que ordenara su detención.

Por eso, la defensa no niega que Carrascosa haya mantenido esas conversaciones en el club house, pero señala que tuvieron lugar no en la tarde del 27 de octubre, sino en otra ocasión. El abogado de los García Belsunce, José Licinio Scelzi, está confiado en que hoy podrá probar que los testigos están confundidos.


CITA EN LA PLATA

La de por sí compleja investigación de un intrincado caso lleno de misterios, amenaza con dificultarse aún más al haber estallado a la luz pública una pugna interna entre los fiscales a cargo de la causa. Molina Pico, de Pilar, acusó al fiscal adjunto de su jefe, el fiscal de Cámara de San Isidro, Julio Novo, de haber sustraído fotocopias del sumario sin permiso. La denuncia de Molina Pico contra el fiscal general adjunto Duilio Cámpora motivó que el jefe de todos los fiscales bonaerenses, Eduardo Matías de la Cruz, haya citado a Novo a su despacho, según fuentes de la procuración.

La denuncia es el reflejo de un sorprendente conflicto entre Molina Pico y Novo. Este último le había pedido al fiscal del caso del crimen de García Belsunce que le enviara a diario copias de las actuaciones para tenerlo informado de la marcha del único sumario que investiga.

Pero, ante la demora, Cámpora fue personalmente a retirar esas copias, lo que derivó, según testigos, en un escándalo en la fiscalía que incluyó gritos y llantos por parte de empleados y funcionarios.

Scelzi, que estaba allí presente, fue testigo del incidente y seguramente deberá declarar tanto en el sumario administrativo como en la causa penal que se abrió a raíz de esta denuncia, que enrarece aún más el clima de la investigación.


Fuente

Señor Director:
"El hecho de compartir muchos años de amistad con Carlos Carrascosa -relación iniciada desde el colegio- nos hace confiar en su inocencia en el crimen que se le imputa. Creemos en él y también tenemos la seguridad de que finalmente la Justicia demostrará que es inocente."

Oscar Binello CI 4.518.376 
Vito Bonsignore DNI 4.522.845 
Fernando Brea LE 4.533.679 
Alberto Covatto LE 4.448.179 
Juan Carlos Ferro LE 4.446.103 
Julio Gallo CI 5.176.521 
(Siguen firmas)

viernes, 25 de abril de 2003

Declaración testimonial de María Emilia Schildknecht


Declaración testimonial de Eduardo Ognio


Declaración testimonial de Alfredo Torres


Dos hombres y una mujer en la escena del crimen

Los estudios científicos de las muestras de ADN de las manchas halladas en la casa del country Carmel donde fue asesinada María Marta García Belsunce sumaron más misterios y sospechosos al caso.

Los patrones genéticos de las manchas de sangre y del material orgánico hallados en la escena del crimen son de María Marta García Belsunce, de dos hombres y de otra mujer, dijeron a LA NACION fuentes judiciales.

Hasta ayer se creía que sólo había rastros de una pareja junto a la víctima, pero ahora habría un nuevo sospechoso, dijeron a LA NACION fuentes judiciales. Sin embargo, hacen faltan más estudios complementarios para determinarlo con certeza. De ser así habría tres personas, además de la víctima, en la escena del crimen.

La sorprendente conclusión, que modifica la mitad de las hipótesis sobre el homicidio, está contenida en dos sobres lacrados que el fiscal de Pilar Diego Molina Pico incorporó a la causa en la cual está detenido el marido de la víctima Carlos Carrascosa. Ayer esos sobres fueron abiertos en presencia del abogado José Licinio Scelzi, como lo resolvió el juez de la causa Diego Barroetaveña.

El 19 de febrero último fuentes de la Procuración habían dicho que la asesoría pericial de la Suprema Corte de Justicia bonaerense había informado al fiscal en forma preliminar, que la sangre, la saliva y el pelo hallados en el dormitorio del chalet de Carmel, junto al baño donde ocurrió el homicidio, pertenecían a un hombre y a una mujer. Lo mismo habían señalado esas fuentes el martes último, cuando habían anunciado el envío de los estudios.

Sin embargo, ayer, con las conclusiones definitivas, todo cambió.


ESTUDIO INCOMPLETO

No obstante, las fuentes señalaron que el estudio genético no es completo. Que no toda la lista de marcadores está acompañada de un valor, por lo que serán necesarios más análisis para completar esos campos abiertos.

Además de clarificar estas conclusiones, ahora resta comparar esas muestras de ADN con la sangre de 10 personas, incluidos Carrascosa, el cuñado Guillermo Bártoli, los hermanos de María Marta, Horacio García Belsunce (h.), Juan e Irene Hurtig, la masajista que estuvo junto al cadáver, Beatriz Michelini, y los amigos del Carmel Nora Taylor y Sergio y Viviana Binello. Además de Nicolás Pachelo, un ex vecino del country, sobre quien centra las sospechas la familia de la víctima.

El juez de Garantías de San Isidro Barroetaveña resolvió ayer seguir adelante con las extracciones de sangre y ordenó hacer los estudios periciales en La Plata. Probablemente el próximo lunes les sea extraída sangre a los diez citados, dijeron las fuentes judiciales. Esa extracción debe realizarse mediante el método más incruento y menos invasivo, dijo el magistrado en su resolución.

Por lo pronto, a partir de hoy, cuando el perito de Carrascosa, el doctor Eduardo Raimundi, director ejecutivo de la Fundación Favaloro, pueda comparar el ADN de los sobres con los estudios privados, no oficiales, que se realizaron el viudo, Bártoli y García Belsunce (h.) ya habrá certezas. Se conocerá si esas manchas son o no del detenido y de sus dos familiares.

Asimismo, Barroetaveña aceptó que Carrascosa sea careado con tres de los testigos que derribaron su coartada y lo mandaron a prisión, y consintió estar presente durante el trámite para garantizar su transparencia.

Carrascosa afirmó que el 27 de octubre último, cerca de las 19, cuando se produjo el crimen estaba mirando fútbol por TV en la casa de Bártoli, pero dos testigos dijeron haberlo visto tomando un café con lemoncello en el club house del country Carmel y otro que no estaba en el living de la casa viendo la televisión.

Los testigos son la mucama de los Bártoli, Catalina Vargas, el mozo del club house Ricardo Oberndorfer y la encargada de la concesión del lugar, Alba Benítez.

Ayer, Carrascosa, recibió en su lugar de detención la visita de dos sobrinas. Con ellas recordó a su esposa, dijeron las señoras al retirarse de la DDI de San Isidro, justo en el día en que la víctima hubiera cumplido sus 51 años.

Según una de sus familiares, el viudo pidió que un sacerdote fuera a visitarlo a su lugar de encierro.

Mientras se planean las diversas diligencias por realizarse en los próximos días, Molina Pico espera los resultados de las pericias realizadas sobre manchas halladas en un almohadón encontrado en un basural, situado a unos tres kilómetros del country.

Esa evidencia fue incorporada a la causa en los últimos días por datos aportados por un testigo y ante la posibilidad de que se trate de un elemento que fue sacado de la casa de la víctima, aclararon las fuentes consultadas. No obstante, este testigo que había sembrado dudas sobre un posible vínculo sentimental entre Carrascosa y una vecina de Carmel, se terminó desmoronando ante el fiscal y señaló que todo lo había inventado ante un periodista de Pilar en su afán de notoriedad.


Fuente

Declaración de Gonzalo Binello


jueves, 24 de abril de 2003

Expectativas por el resultado de las pericias

La Gendarmería Nacional elevará hoy a la fiscalía de Pilar, que investiga el crimen de María Marta García Belsunce, las conclusiones de un estudio de voz sobre una llamada telefónica que realizó su esposo, Carlos Carrascosa, detenido por el homicidio.

Esa comunicación tuvo lugar minutos después de las 19 del 27 de octubre último, luego de que el viudo encontró el cadáver en el baño de la casa de la pareja, en el country Carmel.

En esa llamada Carrascosa se comunicó con la medicina prepaga OSDE a la que pidió una ambulancia. En la comunicación, grabada por la empresa de emergencias médicas, se podría apreciar además de la voz de Carrascosa, otra que correspondería a una mujer, dijeron a LA NACION fuentes allegadas a la causa. Se estima que puede tratarse de la masajista Beatriz Michelini, que estuvo en la casa desde los primeros momentos.

La Gendarmería Nacional realizará un filtrado de esa grabación para limpiarla de ruidos y separar las voces. Pero además hay dudas sobre el contenido de la llamada, pues algunas fuentes dijeron que Carrascosa, a quien ayer se le realizó un estudio psicofísico, convocó a una ambulancia no para atender a una persona víctima de un accidente grave, sino de una dolencia menor. Sin embargo, el abogado de Carrascosa, Marcelo Nardi, negó esa información.


Paralelamente, la Gendarmería realizó estudios complementarios sobre la piel que estaba junto a los cinco disparos que penetraron en el cerebro de la víctima para determinar si los orificios fueron obturados con pegamento. No se detectaron allí esos rastros, aunque sí de una sustancia que está presente en una tintura capilar.


Fuente

miércoles, 23 de abril de 2003

Declaración de Santiago Binello


Señor Director:
"Frente a las disparatadas versiones que circulan acerca de que en el velorio de María Marta García Belsunce se vivió una atmósfera no apropiada para tal situación, nos vemos en la obligación de expresar que estuvimos presentes y que en ningún momento vimos otra cosa que dolor y consternación en todos sus familiares y amigos.
"Nos llama fuertemente la atención que ciertos medios de comunicación y algunas personas insistan en ventilar esta inexacta versión, luego de que diversos testimonios públicos desmintieron tales actitudes.
"Nadie nos contó lo que decimos; lo vivimos y nos molestan la arbitrariedad y la mentira."

María Gabriela Delfini DNI 17.410.596 
Mariano Delfini DNI 21.173.235 
Lucila Ballesteros de Delfini DNI 21.151.024

martes, 22 de abril de 2003

Señor Director:

"Los abajo firmantes somos amigos del matrimonio Carrascosa desde hace más de 30 años. Hemos asistido, entre atónitos y doloridos, al tratamiento despiadado y poco documentado esgrimido ante este acontecimiento.

"Ni María Marta ni Carlos merecen que se sigan divulgando infundios que afectan su buen nombre y honor. Un ejemplo de esto son las declaraciones de una señora que afirma que en el velorio había un ambiente festivo y que Carlos Carrascosa estaba preocupado exclusivamente por atender a la gente, sin dar muestras de dolor por el fallecimiento de su mujer.

"Pues bien, todos nosotros estuvimos en el velorio, y podemos afirmar que el único clima imperante era el de dolor por la desaparición de María Marta expresado palmariamente en el silencio que reinaba en la casa, sólo interrumpido por el llanto incontenible de familiares y amigos.

"Por otra parte, Carlos estaba como ausente, tratando de asimilar el impacto que esta muerte le produjo, y de ninguna manera preocupado en atender a alguien.

"No comprendemos pues el objetivo de la declaración de esta señora, que tanto daño ha causado, ni tampoco que se arrogue el derecho de interpretar de qué manera debe manifestarse un ser humano enfrentado a una situación de dolor extremo, cuando todos sabemos que no existe una actitud única frente a la muerte.

"Seguimos confiando en que, finalmente, la Justicia resolverá este caso en el plazo más breve posible."


Mario Carassale, DNI 5.072.662

Oscar Chiesa, LE 4.407.088

Marcelo Hussey, DNI 7.748.259

Balbino Ongay, LE 4.518.250

Ernesto Otamendi, LE 4.529.219

Roberto Tabbush, CI 4.847.358

Guillermo Sánchez Saravia, DNI 4.634.149


Esta carta fue publicada en el diario "La Nación" el 22 de abril de 2003


El ADN da más pistas sobre el asesino

Expertos forenses determinaron el patrón genético de un hombre, de una mujer y de María Marta García Belsunce en manchas de sangre y rastros orgánicos hallados en el dormitorio de su casa del country Carmel, junto al baño, donde la víctima fue asesinada de cinco tiros el 27 de octubre pasado.

Esta cadena de ADN, que permite, por comparación, identificar al hombre y a la mujer, aún desconocidos, fue entregada ayer por la asesoría pericial de la Suprema Corte de Justicia bonaerense al fiscal de Pilar Diego Molina Pico, que investiga el crimen, dijeron a LA NACION fuentes judiciales.

Ahora, los investigadores quieren cotejar esa información genética, con el genoma de diez personas nombradas en la causa, entre ellas Carlos Carrascosa, el marido de la víctima, que está detenido desde el 11 del actual, sospechado de haber participado en el homicidio.

Para abonar o desechar esta idea, el fiscal pidió que se extrajera sangre tanto del viudo como del hermano de la víctima Horacio García Belsunce (h.), de sus medio hermanos John e Irene Hurtig, del cuñado Guillermo Bártoli, de la masajista que llegó a la casa cuando fue hallado el cuerpo, Beatriz Michelini, y de los vecinos del country Nora "Pichi" Taylor, Sergio y Viviana Binello y Nicolás Pachelo, este último señalado por allegados a la familia como uno de los sospechosos.

La confirmación de que los patrones genéticos corresponden a la víctima, a un hombre y a una mujer, hizo especular a los investigadores con que tal vez María Marta García Belsunce haya sido atacada por una pareja y que antes de ser asesinada se haya defendido de sus agresores.

Pero para establecer eso, y si los sospechosos están en la lista de los que deben aportar sus muestras de sangre, primero hay que hacer los exámenes comparativos.

Sin embargo, los defensores de Carrascosa y de la familia García Belsunce, Marcelo Nardi y José Licio Scelzi, plantearon que antes de permitir las extracciones de sangre se les debe notificar oficialmente de los resultados de estos peritajes.

Será el juez de garantías de San Isidro, Diego Barroetaveña, quien decidirá hoy si corresponde hacer lugar al pedido de los defensores. Por eso ayer pidió al fiscal Molina Pico que le remitiera toda la causa.

Aunque es posible que el magistrado, además, se pronuncie sobre si corresponde extraer sangre a todas las personas citadas, entre las que figuran no imputados en la causa por encubrimiento, o si sólo se debe realizar el análisis a algunas de ellas.

Para argumentar sobre este asunto, el vicepresidente ejecutivo de la Fundación Favaloro, Eduardo Raimondi, contratado por la defensa como perito de parte, hoy se entrevistó con Barroetaveña, según dijo Nardi.

La idea de los defensores es contar de antemano con los estudios del laboratorio de la Corte bonaerense, pues ellos ya tienen la información del patrón genético de Carrascosa, de García Belsunce (h.) y de Bártoli, quienes se realizaron análisis en forma privada.

De este modo se puede comparar en pocas horas si los patrones genéticos se corresponden, mientras que los estudios oficiales pueden demorar hasta tres semanas.


EMBESTIDA CONTRA EL VECINO

Mientras se decide cuándo comenzaran los estudios, ayer declaró en la causa ante Molina Pico un médico vecino del country Carmel. Se trata de Eduardo Zancolli, que fue llamado para apuntalar el relato de las tres personas que dicen que Carlos Carrascosa no se encontraba mirando TV en la casa de Bártoli la tarde del crimen, el 27 de octubre, sino en el club house tomando un café con lemoncello.

Zancolli cenó en el club house y comentó al mozo y a la encargada del lugar que María Marta García Belsunce había muerto en un accidente. Ellos aseguraron que comentaron por su parte a Zancolli que justamente Carrascosa había estado allí esa tarde, pero aquél afirmó ayer: "Si me lo dijeron no lo recuerdo, y si no me lo dijeron, tampoco", según dijo Scelzi.

Además, Zancolli mencionó que él manejaba una camioneta azul, como la que los testigos le adjudican haber usado esa tarde a Carrascosa.

Por otra parte, Scelzi presentó declaraciones ante un escribano público, realizadas por cuatro personas que escucharon al masajista del club, Pedro, y a Alberto, encargado del sauna, decir que Carrascosa no estuvo en el club house .

El abogado pidió que estas cuatro personas sean citadas. Ante la consulta de LA NACION, fuentes de la Procuración bonaerense restaron trascendencia a los testimonios de Alberto y de Pedro. Dijeron que el primero poco aportó a la causa y que el relato es contradictorio.

Pero Zancolli determinó, además, que se abriera una nueva ofensiva de la familia contra Pachelo.

El médico relató que estuvo presente en una asamblea de socios de Carmel donde María Marta García Belsunce responsabilizó al ex vecino por el secuestro de su perro.


ESTRATEGIA

En esa línea insistirán los defensores, que presentaron un identikit realizado por sus asesores en criminalística de una mujer vestida de rosa que estuvo en la escena del crimen.

Por escrito, Scelzi indicó que "versiones no confirmadas" le adjudicaban al retrato un parecido con la esposa de Pachelo.

En tanto, los defensores aportaron listados de llamadas que probarían que el ex vecino estaba esa tarde, alrededor de las 19, en Pilar y no en el centro, como declaró.

La idea es atacar su coartada para que quede tan en duda como lo está ahora la de Carrascosa, de modo de emparejar sus circunstancias, con la diferencia de que el viudo está detenido y Pachelo, ni siquiera imputado.


TRES PERITAJES

Carlos Carrascosa será sometido hoy, a las 8.30, a estudios psicofísicos. Además, hoy se realizará en La Plata un peritaje químico para determinar si los orificios de bala en el cráneo de la víctima fueron tapados con pegamento. Simultáneamente, la Gendarmería Nacional realizará un estudio comparativo de voces sobre la grabación de la llamada de Carrascosa a una ambulancia.


Fuente

Incorporación de identikit de sospechosa