Web Toolbar by Wibiya Caso García Belsunce: La sangre en la escena no es de Carrascosa

viernes, 9 de junio de 2006

La sangre en la escena no es de Carrascosa


Es un secreto a voces: que la sangre hallada en la escena del crimen del que fue víctima María Marta García Belsunce no es de su esposo, Carlos Carrascosa, que irá a juicio acusado de ser el presunto coautor del homicidio ocurrido el 27 de octubre de 2002 en el baño de la planta superior del chalet que la pareja compartía en el country Carmel, de Pilar.
El resultado final del estudio de comparación genética entre los rastros hemáticos recogidos en el lugar del hecho y la sangre del procesado será incorporado a la instrucción penal suplementaria dispuesta por el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 6 de San Isidro la semana próxima, y notificada a las partes en ese momento, confiaron a LA NACION fuentes vinculadas con el caso.
No obstante, las fuentes consultadas explicaron que las observaciones preliminares de las primeras "corridas" permiten vislumbrar que, una vez completado el estudio y entregado al tribunal por la encargada del examen (la bioquímica de la Asesoría Pericial de la Corte Suprema bonaerense María Mercedes Lojo), los alelos del ADN de Carrascosa y los de las muestras no coincidirán.
Anteayer, y dentro de estas medidas de instrucción suplementaria, expertos en scopometría realizaron mediciones para la confección de un peritaje planimétrico que certifique las distancias dentro del country Carmel (en función de los recorridos entre los distintos escenarios en los que estuvieron la víctima y los acusados) y los detalles de la casa donde ocurrió el crimen.
Se cree que, una vez concluida la instrucción suplementaria, el juicio podría llevarse a cabo a fines de año.

UN INDICIO MENOS
Si se confirma lo que todos los involucrados en el caso ya han oído extraoficialmente (tanto el fiscal del caso, Diego Molina Pico, como el defensor de Carrascosa, Alberto Cafetzoglus), la posibilidad de que la acusación cuente en el juicio con una evidencia científica capaz de poner en aprietos al acusado habrá desaparecido.
No significa, por supuesto, que la no coincidencia de su ADN con el que había en los rastros de la escena del crimen exculpe a Carrascosa.
Molina Pico confía en las decenas de testimonios sobre los cuales basó su acusación contra el viudo, sumado a la aún inexplicable serie de acciones y omisiones de buen aparte del círculo íntimo de la víctima, por la cual, justamente, el fiscal de Pilar ha requerido su juzgamiento por el eventual encubrimiento del crimen.
Entre ellos están el hermano de María Marta, Horacio García Belsunce (h.); su medio hermano, John, y el padre de éste, Constantino Hurtig; su cuñado, Guillermo Bártoli; sus amigos y vecinos Nora Burgues de Taylor y Sergio Binello; su masajista personal, Beatriz Michelini, y el médico que llegó primero a la escena del crimen, Juan Gauvry Gordon.
Se los acusa, entre otras cosas, de haber lavado la escena del crimen, de haber tirado el único proyectil de los seis disparados que no quedó dentro del cráneo de la víctima, de haber evitado que entrara la policía en el country y de conseguir un acta de defunción falsa para evitar la autopsia.


No hay comentarios :

Publicar un comentario