Web Toolbar by Wibiya Caso García Belsunce: Infructuosa búsqueda del arma homicida

viernes, 17 de enero de 2003

Infructuosa búsqueda del arma homicida


No hicieron falta maquinarias ni botes de goma. Sólo un par de agentes de la policía bonaerense, a los que les bastaron unas simples botas amarillas para sumergirse en los pocos centímetros de agua barrosa del arroyo que rodea el country Carmel. Ellos buscaron ayer allí, sin éxito, el revólver calibre 32 largo con el que fue asesinada María Marta García Belsunce el 27 de octubre último.
Simultáneamente, ayer, un grupo de investigadores de la Policía Judicial –que depende de la Procuración provincial– hizo una nueva inspección ocular en la casa del country donde se cometió el asesinato.
El procedimiento de búsqueda acuática, cuyo inicio fue anunciado oficialmente para ayer, en realidad se adelantó. Anteayer, varias máquinas fueron puestas a funcionar en la zona, según confió a LA NACION uno de los vecinos de Carmel.
El lugar donde se buscó es un arroyo que rodea uno de los laterales del barrio cerrado. El curso de agua desemboca en el río Luján. Los policías trabajaron en una zona alejada de la entrada al country y no se los pudo ver desde la calle.
El lugar cerca de la entrada de Carmel, en verdad, es un zanjón, con barrancas profundas. En el fondo corre un pequeño curso de agua de no más de un metro de ancho y pocos centímetros de profundidad. Está rodeado de pastizales que casi cubren el agua amarronada. Sin embargo, a pesar de que se buscó en el lodo, no se encontró nada.
Más adentro, bordeando Carmel, el curso de agua se ensancha hasta los seis metros y es más profundo.
La búsqueda ya había sido dispuesta hace tiempo por el fiscal de Pilar, Diego Molina Pico, pero sólo se concretó ayer por sugerencia de la policía bonaerense, para terminar de descartar teorías.
La idea del abogado de la familia José Licinio Scelzi es que si se realizó allí la búsqueda es porque el fiscal piensa que quien asesinó a María Marta García Belsunce es un vecino de Carmel o trabaja allí.
La búsqueda del arma homicida es uno de los tópicos que desvela a los investigadores. El fiscal pidió al Renar informes sobre todos los propietarios de Carmel. Le respondieron que los dueños de las viviendas del country tienen registradas más de 80 armas. Sólo seis de ellas eran calibre 32 y una de ellas, 32 largo. Fueron disparadas y comparadas sus municiones con las cinco extraídas del cráneo de la víctima, pero los resultados fueron negativos.
Como se recordará, en el único allanamiento realizado en una casa de Carmel por orden judicial fueron decomisados un revólver calibre 22 y dos rifles de caza que no estaban registrados. A raíz de eso, a su propietario, Amadeo Piazza, se le inició una causa por tenencia ilegal de armas. Al procedimiento en lo de Piazza se llegó a partir de testimonios que apuntaron a su esposa -de la que se separó hace ocho meses- como una eventual sospechosa, aunque esa pista en la causa, hasta el momento, entró en vía muerta.

EN EL CÍRCULO ÍNTIMO
Se le pidieron además informes al Renar sobre todos los integrantes del círculo íntimo de María Marta García Belsunce, a los que el fiscal tiene bajo investigación.
Se preguntó si había armas registradas a nombre de María Marta García Belsunce y de su hermana, Irene Hurtig (de sus esposos, Carlos Carrascosa y Guillermo Bártoli, respectivamente, ya se había informado que no tenían), de la esposa de Miguel Taylor, Nora Hughes, y de Viviana Decker de Binello, esposa Sergio Binello. En todos los casos la respuesta fue negativa, al igual que con John Hurtig y con Horacio García Belsunce (h.), hermanos de la víctima.
El único que tiene una pistola registrada a su nombre es Horacio García Belsunce padre, poseedor de una Walther calibre 7,65.
La investigación fue más allá y profundizó si alguien del círculo íntimo de la familia tuvo instrucción en el manejo de armas.
La Armada le informó a Molina Pico que Carrascosa cursó entre 1965 y 1968 en la Escuela Nacional de Náutica Manuel Belgrano, y que al término de sus estudios recibió instrucción para la utilización de armas livianas.
Anteayer se pidió al Renar que informe si alguno de los custodios de la empresa Cazadores tiene registrado a su nombre un revólver 32, además de los de calibre 38 que les provee la agencia de seguridad.
Justamente se secuestró en la casa de la hermana de uno de los vigiladores, Norberto Mato, un revólver calibre 32 largo, que ahora es peritado. Pero se cree que el arma no funcionaba porque el tambor se salía.
Esto no deja fuera de la investigación a los custodios de Cazadores, sobre todo por las contradicciones entre sus declaraciones y la ausencia de alguno de ellos de los lugares donde debían estar el 27 de octubre.
Más allá de esto, se espera ahondar en la investigación con el resultado de los estudios forenses: esta vez, los toxicológicos realizados sobre el cadáver de la víctima. Es que no se descarta que el asesino haya dejado indefensa a María Marta adormeciéndola con éter o una sustancia similar, para luego descargar el tambor del revólver en su cabeza.

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