Web Toolbar by Wibiya Caso García Belsunce

jueves, 24 de agosto de 2023

Nicolás Pachelo se quedó sin libertad condicional, pero ordenaron su traslado a una cárcel de régimen abierto

 El mismo tribunal que lo condenó a 9 años y medio de prisión por una serie de robos a countries rechazó el beneficio que había solicitado. Lo hizo en base a informes negativos del Servicio Penitenciario



Siguen las malas noticias para Nicolás Pachelo. Ahora, le rechazaron el pedido de libertad condicional. La decisión fue del mismo Tribunal Oral en lo Criminal N°4 de San Isidro que lo condenó a 9 años y medio de prisión por una serie de robos en countries y que lo absolvió del crimen de María Marta García Belsunce, sentencia que tiene una apelación en trámite.

Los jueces Federico Ecke (el único que votó por la condena por el homicidio de la socióloga) y Esteban Andrejín resolvieron en las últimas horas, además, que se haga efectivo con carácter de urgente el traslado de Pachelo desde la Unidad N°9 de La Plata hacia el penal de Gorina, “y se lo incorporé en un régimen abierto (sin salidas)”.

El tribunal, que supo concederle una rebaja de siete meses de condena por estímulo educativo y que lo habilitó para pedir la condicional en el último tiempo, ahora le rechaza el beneficio en base a una serie de informes negativos del Servicio Penitenciario, según el escrito al que accedió Infobae.

“Estimo que no corresponde conceder al justiciable su excarcelación en términos de libertad asistida. En efecto, si bien el encartado ha cumplido el requisito temporal exigido para acceder el instituto liberatorio, advierto que su situación no satisface las restantes condiciones indispensables para su concesión”, dice el texto del juez Andrejín, que tuvo el voto del Ecke.



También remarcó como clave la opinión emitida por el Departamento Técnico Criminológico del Servicio Penitenciario, que dio una “convicción en la negativa” a su excarcelación; habló de un “peligro procesal” tal que el encierro preventivo aparece “como único medio eficaz que asegure el sometimiento del justiciable al proceso” y subrayó la “falta de apego y voluntad” de Pachelo por respetar “las mínimas pautas de comportamiento en un ámbito libre”.

Hay que recordar que los fiscales Patricio Ferrari, Andrés Quintana y Federico González, que llevaron a juicio a Pachelo por los robos y por el crimen de María Marta, no sólo se opusieron a que goce del beneficio de la condicional, sino que habían pedido a los magistrados que antes de tomar cualquier decisión lo sometan a pericias psiquiátricas.

En ese punto, el TOC N°4 consideró “superfluo e innecesaria la producción de medidas de evaluación por profesionales de psicología en los términos pretendidos por la fiscalía, máxime cuando permanecen más bien ligados a una eventual compulsividad al juego, y por ende, ajenos a los intereses de evaluación para esta instancia del proceso penal”.

Así las cosas, Pachelo seguirá preso sin beneficios, aunque en una cárcel de régimen abierto.


El juicio contra Pachelo

El 2 de diciembre del año pasado, Pachelo fue absuelto por mayoría por el asesinato de la socióloga ocurrido en el country Carmel el 27 de octubre de 2002. Así, el crimen quedó impune. Sin embargo, sí fue condenado por una serie de robos en countries. Le dieron 9 años y medio de prisión por seis hechos ocurridos entre la Semana Santa de 2017 y la de 2018.

Para los jueces del tribunal Andrejin y Osvaldo Rossi existió una “alta duda” sobre su responsabilidad en el asesinato de la socióloga, e incluso solapadamente con giros hacia la familia de la víctima, que ya zanjó sus temas en la justicia.



Sin embargo, para el presidente del TOC, Ecke, había sobradas razones para condenar al ex vecino y cerró su voto en disidencia con una sugestiva cita de William Shakespeare de la obra Hamlet, que a lo largo de la historia en el terreno político se usa para hablar de corrupción: “Pareciera que la pregunta ¿quién la mató?, a mi pesar, mantendrá su suspenso. Como anillo al dedo viene la expresión, ‘algo huele mal en Dinamarca’”.


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lunes, 5 de diciembre de 2022

Carrascosa tras la absolución de Nicolás Pachelo: “Molina Pico destruyó todo lo que había a su paso para salvar su trabajo”

 El crimen de María Marta García Belsunce sigue impune y el viudo habló de su mujer, de la corporación judicial, de la felicidad y los últimos días de su vida, de sus charlas con Dios y de por qué no tuvo hijos

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La Basílica de Luján asoma sobre el horizonte llegando a la casa de Carlos Carrascosa. El viudo de María Marta García Belsunce ya no vive en un chalet majestuoso en un country de Pilar, en la zona Norte del Conurbano, como en 2002, cuando mataron a su mujer y a él le detonaron la vida hasta que la Justicia lo absolvió. Nunca volvió a ese lugar, salvo cuando visita a su abogado, Gustavo Hechem, quien adquirió la propiedad. Ahora, su tiempo lo pasa en un PH de dos ambientes ubicado en un complejo pequeño, en una calle común y corriente de un barrio de clase media de Luján; sin seguridad y con los vecinos más cerca de lo que le gustaría a cualquiera: por caso, durante la nota que le dio a Infobae se escuchaba el llano del bebé de su vecina, cochera de por medio. Pero él no se queja: “Soy feliz porque tuve una vida muy feliz, y porque hice lo correcto en todo este tiempo”.

Han pasado poco más de 48 horas del fallo del Tribunal Oral Criminal N°4 de San Isidro que, por mayoría, absolvió a Nicolás Pachelo del crimen de María Marta, en un veredicto del que se habló mucho la semana previa, con denuncias de filtraciones del resultado de la votación de los jueces Osvaldo Rossi, Esteban Andrejin y Federico Ecke. Ese viernes 2 de diciembre pasado, en que se cumplieron 20 años de la autopsia donde se descubrió que la socióloga tenía cinco tiros en el cráneo y no había muerto en un accidente doméstico; Carrascosa dejó la sala de audiencia derrotado y en silencio. Solo se limitó a difundir una carta. Así se mantuvo hasta este domingo, cuando recibió a este medio: “De esta Justicia ya espero cualquier cosa. Ya haberme enterado del rumor me vino bien porque, quieras o no, tu subconsciente va trabajando y el impacto es menor”, explica el viudo.

— Si pudieras hablar con los jueces Rossi y Andrejin, que absolvieron a Pachelo, ¿qué les dirías?

— Yo les diría que se acuerden cuando se recibieron de abogados y juraron para jueces, que seguramene estaban sus familias orgullosas de que iban a tener un hijo o un nieto impartiendo Justicia. Y qué desilusión deben tener ahora después de ver lo que hicieron. Algo tan sublime como es la administración de Justicia, evidentemente, deben estar desilusionados... Leí algunos titulos, pero no me dio el cuero para leerlo todo porque a los 78 años (NdeR: los cumplirá el 13 de diciembre próximo) tengo que cuidarme un poco. Vi que hay vuelta a lo anterior… ¡No lo puedo creer! Lo que dijo el energúmeno de Pachelo, que creía que fue Irene… por Dios. Cuando cumpla los 9 años y medio de condena por los robos va a seguir haciéndole mal a la sociedad.

En el voto disidente, el del juez Federico Ecke sobre el final del fallo citó una frase de Hamlet, de William Shakesperare: ‘Algo huele mal en Dinamarca’. Para Carrascosa, “eso fue bastante más claro: él sospecha, como yo, que hay un equipo que está pateando en contra, que es de (Diego) Molina Pico”.




Molina Pico fue el primer fiscal del caso García Belsunce, quien estuvo en la escena del hecho cuando se pensaba en que la torpe María Marta se había resbalado en la bañera; él mismo elevó la causa a juicio contra Carrascosa, y que le valió una condena por el homicidio, aunque 16 años después fuera absuelto de culpa y cargo por la Justicia, y así se habilitara la línea Pachelo. Y sigue: “Estoy muy triste, la verdad. No soy de expresarme mucho, pero la procesión va por dentro… Esta es una causa en la que todo no es lógico, todo es inesperado. Evidentemente, hay un Maquiavelo atrás de esto. No tengo ningún pelo en la lengua para decirlo: acá Molina Pico, para salvar su trabajo, destruyó todo lo que había a su paso; y como siga trabajando de fiscal, le va a destruir la vida a la gente, porque es un inútil”.

Entonces, el viudo lanza su teoría sobre el ex vecino, pese a la absolución: “Yo creo que Pachelo entró a mi casa era porque había algo importante para él, y para mí estaba su mujer”. Sin embargo, la presencia de Inés Dávalos Cornejo, la ex de quien fue acusado por el crimen, en el country Carmel ese día fue desestimada en base al testimonio de una amiga y pericias. “Sí, lo sé que la sacaron, pero en ese sentido no estoy de acuerdo”, soltó.





En el recuerdo

Carrascosa hace el esfuerzo y en su memoria vuelve a buscar el recuerdo de María Marta de ese 27 de octubre de 2002 trágico: “El almuerzo de ese mediodía”, dice y se sonríe: “Fue ese el último momento feliz que vivimos, cuando estábamos comiendo en la casa de mi amigo. Tengo la imagen en la cabeza perfecta, y ahí acordaron con su amiga de ir a jugar al tenis”.

El viudo reconoce: “Tuve una vida demasiado linda, tanto de mi juventud la Marina, y después de casado. Es la vida, la vida te cambia en un minuto, lo triste es que te la cambie otro… No creo haber hecho nada malo en la vida como para que Dios me castigue así, al contrario, yo creo que me benefició ¿Por qué? Porque me dio los hombros para bancarlo”.

Es imposible en el devenir de la charla que la absolución se cuele, la herida está recién abierta pero Carrascosa confía: “Sigo entero. La primera reacción es apelar, ponerse a trabar en eso. Y, después, ver qué hago de mi vida. María Marta era una persona que trabajaba mucho para la gente, y es una cosa que me atrae. Soy muy de estar en el problema del otro… Incluso, en algún momento pensé en hacer una fundación”.

— ¿Cómo sobrevivis?

— Vendí mi casa y lo que tengo me lo iré comiendo, y después algún sobrino se ocupará de mi, ya veré.






— En este momento pensás en esas terapias de rayos que no te permitieron ser padre...

— Para tener alguien que haya sido mi compañía en esto, tengo mucha gente. Por supuesto, un hijo es distinto, pero tengo mucha gente: 130 personas me fueron a ver a la cárcel. Algo que me sorprendió fue que cuando terminé de ver el partido de Argentina con Australia, fui al bar donde siempre tomo algo a la tardecita... La cantidad de gente que se me acercó. Me decía: ‘Carlos no pare’. Nadie creyó en la absolución de este hombre.

— Siempre llamó la atención el apoyo que te dio la familia de María Marta.

— Como uno más…

— También eso colaboró con la teoría conspirativa de la familia.

— Si querés pensar mal, lo pensás por ese lado. Pero yo lo pienso bien.

— ¿Y al que no te cree que le dirías?

— Por lo general, el que no te cree no te habla, hace silencio y al que tuvo dudas le he dicho: ‘Sentate, te explico’. Y lo he hecho con mucha gente, como por ejemplo, para explicarles sobre la confusión de La Gotita, el pituto. También le diría que no le deseo que le pase lo mismo.

— La limpieza de la escena del crimen, el velatorio familiar…





— La familia siempre veló en la cama y nunca se cremó a nadie. No sé si es porque son excesivamente católicos.... No yo, porque sí creo en Dios, estoy más unido que nunca. A la noche lo llamo y le digo: ‘Flaco aflojá un poco, bájame el pulgar, sublime el pulgar’”.

— ¿Vos sentís que María Marta tiene paz?

— Creo que no tiene más derecho a amagarse. Yo creo que ella valora muchísimo lo que hice e hicimos con la familia. Siempre fue una persona que era muy recta, y protestaba por el desastre de la Justicia. Qué ironía que le haya tocado a ella: su muerte sigue impune.

— ¿Creés la teoría de que, de no haber sido por carácter, quizá estaría viva?

— No fue la primera vez que le robaron. La anterior fue en la oficia y tuvo una actitud totalmente distinta a la que se imaginan. Se quedó sentada, dejó hacer... Yo creo que la mataron más por el querer callarla que por la reacción de ella. Sí, porque lo conoció, sobre todo de alguien que no le da culpa nada. Y ya entramos en la parte de la psicología: dicen que la psicopatía no existe, que es un estado de ánimo, pero hay estados de ánimo que duran 50 años, ¿viste? Entonces, ya no sé si no existe.




El juez Esteban Andrejin


— ¿Cómo fue ese momento en que encontraste a María en el baño?

— La encontré boca abajo, en la bañadera, debajo de las canillas. Instintivamente, la saqué y quedó con el torso afuera y las piernas en el baño. Yo pensé que se había caído y se había ahogado. Y ahí se me vino el final de mi madre, que se cayó en el baño, se le hizo un hematoma en el cerebro y quedó mal. Por supuesto, no podía creer que María estaba muerta: qué se te va a ocurrir que tenía cinco tiros en la cabeza, que, además, ninguno de los dos médicos los vio, no lo vio el fiscal, no lo vio el jefe de Policía. ¿Nosotros teníamos que haber visto los cinco agujeros? Y lo que menos quería era que María Marta quedara como mi madre.

Carrascosa prende un cigarrillo negro, luego otro; se acomoda en la silla de su pequeño living-comedor-cocina, y reconoce: “Ya mucho no me queda”.


— ¿Creés que vas a ver que se haga Justicia por María Marta?

— Llegaré hecho pelota, pero llegaré con vida… Capaz que en una cama, no sé, pero voy a llegar con vida. Ese va a ser mi Norte, lo quiero ver. No me voy a conformar con lo que hice. Le debo mucho a la Negra, yo era un descarriado y, bueno, fuimos grandes amigos, amantes, compañeros… Lo único que me dejó tranquilo después de la muerte es que no tenía nada pendiente con ella. Lo peor que te puede pasar es que se muera tu padre y te quedás con esa culpa… No tengo culpa, porque siempre hablé todo con ella.




El juez Osvaldo Rossi


— ¿Y qué no tenés resuelto con Pachelo?

— No sé, para mí es un batracio… Creo que el mejor lugar donde estaría el resto de sus días es en la cárcel. Ahora va a tener que vivir lo que yo vivi por 14 años, acusado de matar a mi mujer, pese al periodismo, con un halo de inocencia de la gente.

— ¿Te dio algo de consuelo la condena por los robos?

— Si, más que nada por la tranquilidad. Sería distinto que estuviera libre... A mí no me calienta a los 78 pirulos, pero hay mucha gente alrededor, y me preocupa. Creo que no los va a buscar, pero se lo pueden encontrar por cualquier circunstancia: chocar con el auto, por ejemplo.

— ¿Te imaginaste qué pasaría si te lo cruzás en la calle?

— La verdad que no, porque me destroza si quiere.




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miércoles, 2 de noviembre de 2022

Las 10 claves que explican por qué pidieron perpetua para Nicolás Pachelo por el crimen de María Marta García Belsunce

Los pilares de la acusación que sostienen la convicción de los fiscales sobre la autoría del principal imputado en el asesinato de la socióloga.



La Justicia clausuró la teoría de Carlos Carrascosa como autor del crimen de María Marta García Belsunce. Lo absolvió de culpa y cargo y pidió que se investigue quién fue, si no fue el viudo. En ese devenir, los funcionarios judiciales que tomaron esa posta —María Inés Domínguez, quien falleció, y Andrés Quintana— no tardaron mucho en abordar la hipótesis sobre Nicolás Pachelo. Así se llegó a este juicio ante el Tribunal Oral Criminal N°4 de San Isidro, que espera su veredicto para el 2 de diciembre, y al pedido de prisión perpetua por parte de la acusación para el ex vecino de la socióloga asesinada. Porque para la Fiscalía, en palabras del fiscal general adjunto Patricio Ferrari durante su alegato: “No hay duda razonable, ¿la duda contra qué? Demostramos que Pachelo es el único camino y responsable. La evidencia es plural y variada, y encamina los hechos hacia una única conclusión, su condena indiscutida”.
Y amplió Ferrari en su alegato antes de explicar el plexo de 10 capítulos que sostienen la acusación, y que se vertió a lo largo de los más de tres meses en los que estuvo el ex vecino de Carmel sentado en el banquillo de los acusados: “La sana crítica racional nos lleva a confirmar que todos los caminos conducen a una inequívoca convicción: ¿la duda razonable contra qué? Contra un fantasma que entró cortando campo por el alambre del country sin motivación, y no se sabe quién es; que mató a María Marta y no se supo más de él. Es eso o es Nicolás Pachelo”.

Para sustentar lo que la Fiscalía considera una convicción, describió el fiscal los por qué de la línea Pachelo: “El psicópata que estaba a 10 minutos del crimen y 30 metros de la casa; que 10 días antes del hecho tenía un revólver en la mano, comprando balas del mismo calibre; que todos los domingos a la misma hora se cansó de chorear las casas de Carmel; que enarboló una coartada absolutamente falsa desde el día uno… Sólo un asesino podía preguntar ‘¿quién mató a la mina del country?’ Él lo hizo”.

Y continuó con las razones que, para la acusación, tuvo el ex vecino para cometer el crimen: “El que le secuestró el perro; el que tenía doble motivación porque la quería robar y matar, porque María Marta lo quería echar del country. ¿La duda contra qué? Es Nicolás Pachelo desde el día uno, como los sostuvo la hipótesis policial desde el primer momento. Todo eso se erige contra nada”.



En ese marco, la fiscalía marcó los 10 capítulos sobre los que se sustentó la acusación.

1) El derribamiento de los mitos. Comenzó derribando los mitos del caso García Belsunce para luego edificar las bases de la acusación a Pachelo. Así, el fiscal Ferrari recordó que “no se puede pegar una herida con La Gotita, es un disparate; que “el velorio fue normal, ya que era costumbre de la familia era velar a sus muertos en su casa”; y que “nunca tuvieron intenciones de cremar el cuerpo y lo podría haber hecho tranquilamente”. También remarcó que fue John Hurtig, medio hermano de María Marta, quien, “metiendo la mano en la mierda, encontró el pituto y se lo puso en la mano al fiscal” Diego Molina Pico. Sumó los dichos del ex jefe policial Aníbal Degastaldi sobre que “no existió el ‘sacame a la Policía de encima’” y que los ADN hallados y no identificados pueden estar contaminados, no ser contemporáneos al crimen o, incluso, pertenecer a los peritos que los levantaron.
Para completar, la primera clave que, a entender de la acusación, socava el encubrimiento por parte de la familia, dijo el fiscal general adjunto de San Isidro: “Nada hubiese sucedido sin la participación estelar de Beatriz Michelini (NdeR: investigada por encubrir a Pachelo) y Roberto Ribas”.

2) Una vida dedicada al delito. Una vez que la base quedó llana, la Fiscalía se encargó de marcar el perfil de Pachelo. Primero, recordaron lo que los jefes policiales que actuaron en 2002 dijeron sobre una “investigación unidireccionada por Molina Pico, quien los corrió del caso”. Se sumó a ello, para esos policías, “el móvil desde el día uno fue el robo y que la cantidad de disparos un encono personal”; y que aún, cuando no se sabía que era un crimen, les llamó la atención el perfil de Pachelo, con vigilancia personalizada en el country por una serie de robos, con problemas con la víctima por la desaparición del perro; más que el perímetro del country no había sido intrusado. “La experiencia de calle de esos policías indicaba la hipótesis más certera y más fácil”, señaló Ferrari.

Y acotó: “Pachelo no es un escruchante, Pachelo es lo que le dé plata. Lo único que le importa y, a cualquier costo, es la plata”. Así, dijo el fiscal que “le da la nafta para casi todo: para entrar a cualquier casa, con arma o sin arma, sin víctima o con víctima; y si es mujer mejor, porque es más fácil, y si es en un barrio cerrado, todavía mejor. Ahí sí le da la nafta”.

La lista de delitos en los que está involucrado Pachelo citadas por la acusación fueron múltiples: desde un robo en la adolescencia, la investigación por la muerte de su padre, el asalto a todas las casas de Carmel que estaban entre la suya y la de María Marta, particularmente los domingos y en la franja de 17.30 y 19.30, el crimen fue a las 18.30: “Lo que estaba a su paso se lo llevaba por delante: un millón de pesos o pelotas de golf era indistinto”, agregó. De la casa de la víctima desapareció una caja de valores de la asociación Amigas del Pilar, dinero de Carrascosa de la mesa de luz y la bicicleta.




A todo eso, le sumaron que en robos posteriores al homicidio, a casas de amigos a quienes les sustraía las llaves para entrar cuando no estaban, dejaba todo impoluto e incluso despistaba abriendo ventanas. “Escenificación y regreso a la escena es un sello indeleble, la marca Pachelo”, señaló el fiscal Ferrari antes de mencionar su paso por el trafico de drogas al menudeo en 2015 y el arresto de 2018, tras los robos en los countries: “Vivir es ver volver”, soltó el funcionario y se vio la imagen tomada por las cámaras de seguridad del Tortugas Country Club la Semana Santa previa a que fuera preso: se lo ve con una caja fuerte en sus manos y con capucha; también en bicicleta por el interior del barrio: “Como en el caso de María Marta”, deslizó.

3) La ineficiencia de Cazadores, la mejor oportunidad. El capítulo tres de la acusación se basó en el contexto en el que se dio el crimen de María Marta. Quedó claro en el debate que la seguridad no era el fuerte de la empresa que custodiaba a los vecinos de Carmel.
“Ineficiencia y nivel de improvisación, una cooperativa que paga mal; en ese contexto se inscriben los robos de domingo del mes de julio de 2002. No se obtuvieron datos sobre instrucciones externas, los hechos eran cometidos desde adentro y los domingos en que se daban esos hechos no estaba permitido el ingreso de trabajadores, jardineros… El único ingreso ajeno era el de Michelini”, relató el fiscal antes de apuntar que todas las miradas ya estaban puestas en Pachelo.

“El 15 de septiembre (de 2002) fue bisagra: a partir de la ineficiencia del servicio de custodia se decide, improvisadamente, un custodia fija en Pachelo y a su mujer con un vigilador y bajo el nombre de Romeo y Julieta. Fue en esa oportunidad que María Marta expuso su temor hacia él”, dijo y recordó que uno de los guardias apuntados tenía discapacidad visual: “Esa fue la respuesta de la empresa Cazadores ante la necesidad del club de la seguridad privada; la nada misma. Y, como buen ludópata, se escondía. Ese fue el contexto del que se valió Pachelo”.
Para redondear la idea con la imagen: “En el país de los ciegos, el tuerto es Rey: ese 27 de octubre se jugaba el Superclásico, fin de mes, poca plata, poca paga, y el horario seleccionado es el cambio de guardia; y justo ese domingo hubo varias modificaciones en los puestos… Ese desorden le permitió a Pachelo concretar el hecho. Tampoco estuvo vigilado. Liberaron la zona”.



4) El perro Tom. Con la base despejada, los antecedentes enmarcados y el contexto explicado, la fiscalía fue de cuajo a la motivación. Y en el punto cuatro tocó lo que consideran un disparador. “27 testigos trajimos al debate por el tema Tom, todos coincidieron que lo único que le preocupaba a María Marta era la sustracción de su perro”, resaltó el fiscal Ferrari. Incluso, citó: “Testigos de la defensa no han hecho otra cosa que robustecer el plexo probatorio de la fiscalia”.

5) Las evidencias determinantes. El plato fuerte del capítulo 5 y lo definió el funcionario judicial: “Alcanzan para condenar a Pachelo”. El primero fue la idea de un arma en sus manos lograda por la cámara oculta que se hizo en 2003, donde un ex empleado de la tosquera familiar relata que lo acompañó a comprar balas del mismo calibre que usaron para matar a María Marta y que lo vio tirar.
Luego, el testimonio de los tres adolescentes en ese entonces, profesionales de 34 años hoy, que lo vieron a metros de la víctima y de la casa del crimen minutos antes del asesinato. Y siguió con los mozos de una estación de servicio cercana a Carmel que declararon que el 28 de octubre de 2002, cuando aún se pensaba en el accidente doméstico, fue a preguntar sobre la vecina que mataron en el country. Para completar con el testimonio de la mano derecha de su padre, que también lo complicó.

6) El comportamiento posterior y más indicadores. La fiscalía subrayó que el 28 de octubre de 2002 llamó a cinco inmobiliarias para vender su casa; y remarcaron la cantidad de comunicaciones con la masajista Michelini en días clave del caso y que el imputado le ofreció su abogado, quien la asistió en el juicio de 2011. E ironizó el fiscal con el hecho de que “Pachelo, al que no le importa nada, se enternezca por la masajista que no tenía abogado y le quería recomendar uno”. A eso, sumaron lo que le contó Francisco Pachelo a John Hurtig, cuando le confesó: “Mi hermano mató a tu hermana”.

7) El perfil criminal de Pachelo. La acusación habló de la pericia que lo encuadró como un psicópata narcisista de 2004: “Se concluyo que tenía actitud de dominio, control y triunfo y un trastorno psicopático de la personalidad”, explicó Ferrari y trajo a colación la frase del criminalista Daniel Salcedo sobre los psicópatas: “Para ellos, matar a un apersona es como matar a una hormiga”.


Ante esto, Ferrari remarcó que, en base a los estudios, “Pachelo va a volver a matar, eso es lo que se ha ventilado en este juicio y han dictaminado las especialistas. Así sucedió que, por error judicial, la causa de la muerte de su padre en 1996, atravesando un cambio de código, tuvo un destino expectante, y fue hoy reabierta”. Y les pidió a los jueces:”Que el error judicial no vuelva a producirse. Si la muerte del padre hubiera sida investigada como corresponde hoy Maria marta estaría viva”. Por ello, pidió que “este elemento probatorio debe ser ponderado con Justicia por el tribunal a la hora de dar su veredicto”.

8) El Caso Augé. Para solventar lo expuesto anteriormente, se recordó el caso de Marta María Augé: el robo a la madre del mejor amigo de Pachelo, a la que le entraron al departamento, le apuntaron con el arma en la sien y le pidieron plata. Por ese hecho, fue condenado como participe necesario en un juicio abreviado y para la fiscalía es un hecho molde, similar al de María Marta.
“La simbología en el caso con que la víctima tiene el nombre invertido de la fallecida, con que nació un 27 de octubre, con que regresaba de jugar al tenis antes de ser atracada por Pachelo y después de bañarse. Ocurrió menos de un año después del hecho de García Belsunce: el 13 de septiembre de 2003, en un departamento de Las Heras y Ayacucho, a no más de 60 metros de una comisaria. Se produjo un finde semana y en un horario similar empezó su ejecución”, resaltó el fiscal que comandó el alegato por el crimen y que duró unas cuatro horas. Y lanzó: “Es calcado”.



Y agregó: “Resaltamos la validez histórica de este juicio ante la amplitud probatoria: al mejor amigo le fue a meter caño a la madre, eso es Pachelo”.

9) La falsa coartada y su mendacidad. En ese contexto, puntualizó el fiscal que “Pachelo salió de Carmel a las 18.59 con una tarjeta que no era propia y que a las 19.02 llamó a su madre”, Silvia Ryan quien se suicidó en mayo de 2003. “La comisionó a comprar un regalo o cualquier cosa que le dé un comprobante para que a esa hora lo ponga en Capital y no Carmel. Quería quedarse con el ticket y su madre lo guardó bajo siete llaves. La coartada no era el ticket, era su madre”, dijo.

Y entonces soltó: “El último acto de amor de una madre hacia un hijo era matarse sabiendo que no podía pronunciarse falsamente, entendiendo que su hijo era el autor del crimen de María Marta. Decidió quitarse la vida porque no podía sostener la coartada”.

Sobre las mentiras que dijo el acusado, el fiscal subrayó: “Durante este juicio, Pachelo declaró 16 veces. Fueron 11 horas. Las analizamos puntillosamente. Efectuó relatos completamente inverosímiles, vacíos de contenido y se limitó a alegar sobre la prueba producida y no aportó elementos de interés para su defensa”.



También se puso el foco en los dichos de Pachelo que ese 27 de octubre de 2002 trotaba por el country porque iba a buscar el coche de su mujer al estacionamiento del club house porque su camioneta fallaba. Todo mientras su hijo de 7 años estaba solo en su casa. “La camioneta 6 horas antes no tenía problema en el burro: fue a jugar al futbol, fue a buscar a su hijo, tampoco para salir el 28 (de octubre) ni los días anteriores. No trajo a nadie que muestre el problema en la camioneta”, concluyó el fiscal.
Y esbozó la presunción de lo que pasó ese domingo lluvioso del 27 de octubre de 2002: “No fue nunca a buscar el auto”. Así, trajo a colación que uno de los adolescentes lo ubica a 30 metros del lugar del hecho: “Podemos decir que los padres de los tres chicos los llevaron a mentir contra un criminal que era temido en todo el barrio para beneficiar a quién. Podemos afirmar que esos adolescentes de 34 años, profesionales, vinieron al juicio a mentir y a enfrentar 10 años para qué, para beneficiar a quién. No mienten todos, el único que miente es Pachelo”.

10) La contracara de la moneda: nada pudo desvirtuar. La conclusión de la fiscalía fue por la adversativa. Y enumeró el fiscal Ferrari los testigos de la defensa que beneficiaron a la fiscalía, y aquellos que nada concreto sumaron para destronar la acusación.

“No vino (la ex mujer) Inés Dávalos ni nadie que cuestione a Mario Rivero (el empleado que lo marcó con un arma) ni un médico que contradiga el horario de muerte de María Marta ni el empleado del Mundo del Juguete. En definitiva, es Pachelo contra todo, pero en la general por afuera de la prueba”, remarcó el fiscal Ferrari y le marcó un punto a los jueces: “No hubo nadie del público por el acusado en cuatro meses de juicio”.