Web Toolbar by Wibiya Caso García Belsunce: octubre 2013

viernes, 4 de octubre de 2013

El Papa, a Carlos Carrascosa: "Voy a rezar por usted"

Luego de que el viudo de María Marta García Belsunce le enviara una carta desde el penal de Campana, Francisco le hizo llegar un mensaje de bendición.

"Voy a rezar por usted". Esas fueron las palabras de bendición que el Papa le hizo llegar a Carlos Carrascosa, el viudo de María Marta García Belsunce, preso en Campana desde hace más de cuatro años.


Carrascosa, que desde 2009 está detenido acusado de ser coautor del crimen de su mujer, del que siempre se proclamó inocente, le había enviado una carta a Francisco para contarle de su situación. "Ya no creo en la justicia de los hombres, sólo espero la justicia divina y Usted es la persona que hoy en día me representa esa justicia", decía la misiva.
"Soy un preso que injustamente está condenado por algo que no cometí, y veo en Usted una imagen de dedicación, de amor, hacia todo lo que es injusto en este mundo", escribió Carrascosa.
También le contó que todas las noches le reza a Jesús. "Siento la necesidad de preguntarle por qué este martirio de estar acusado de matar al ser más querido que tuve en mi vida, mi esposa María Marta", puso Carrascosa en la carta a Francisco.
Como respuesta, el Papa le hizo llegar su bendición y le agradeció sus palabras. También le dijo que rezaría por él.
"Fue muy emocionante, es una ayuda espiritual muy importante para mí en estos momentos", contó Carrascosa a LA NACION . "Es un mensaje esperanzador en medio de todas las dificultades e injusticias que tuve que atravesar durante los últimos diez años".


LA CARTA COMPLETA


Su Santidad, padre Jorge Bergoglio:


Hace días que tengo ganas de escribirle y no entiendo realmente el por qué de mi necesidad. Pero algo me dice que necesito hacerlo, no para sacar una ventaja sobre mi situación, simplemente porque soy un preso que injustamente está condenado por algo que no cometí, y veo en Usted una imagen de dedicación, de amor, hacia todo lo que es injusto en este mundo.
Tuve la oportunidad de asistir a una jornada de la juventud en los años 90, en Roma, y veo lo que Usted despertó en Brasil, y encuentro una diferencia enorme. En su actitud humilde, en su dar, en su formas, veo el Papa que yo quería ver, veo a Jesucristo. Todas las noches en algún momento siento una necesidad de hablar con Él, de rezarle o más que nada de hablarle y preguntarle por qué este martirio de estar acusado de matar al ser más querido que tuve en mi vida, mi esposa María Marta.
Ya no creo en la justicia de los hombres, sólo espero la justicia divina y Usted es la persona que hoy en día me representa esa justicia. Sé que llegará, me encontraré con ella y seguiremos siendo tan felices y compañeros como fuimos durante 32 años, pero el camino es duro, y sentir en Usted una mano que me acompaña es algo que necesito expresarle.
No le pido nada, sólo hacerle saber lo importante que es para mí, sentirme acompañado, Usted logró lo que en muchos años yo no sentí: Acercarme a Dios.
Espero con estas líneas de alguna forma darle un poco de la fortaleza que Usted me da para así pueda lograr su objetivo de que este mundo sea más equitativo, que el amor venza al egoísmo.
Que nos espere un mundo de paz, amor y justicia, para todos nuestros hijos y generaciones venideras.
Desde mi celda, acá en Campana Unidad 41, desde hace casi 5 años, rezaré por Usted, para que logre éxito en esa tarea tan difícil.


Gracias, Carlos Alberto Carrascosa



EL CASO BELSUNCE


María Marta García Belsunce fue hallada muerta en su casa del country Carmel, en Pilar, donde vivía con su marido, el 27 de octubre de 2002. Había recibido cinco disparos en la cabeza.
Carrascosa fue el primero de los acusados por el crimen en ir a juicio oral. En primera instancia, se lo absolvió del homicidio, aunque se lo condenó a cinco años y medio de prisión por encubrimiento. Estuvo un mes en el penal y fue excarcelado tras el pago de una fianza. Volvió a su casa de Carmel.
El fiscal Diego Molina Pico, a cargo de la investigación, apeló el fallo y el pedido fue elevado a Casación, que en junio de 2009 revocó la sentencia de primera instancia y lo condenó a prisión perpetua por considerarlo coautor del homicidio.
En la causa nunca hubo nadie acusado de efectuar los disparos que acabaron con la vida de María Marta, ni se encontró el arma homicida. En la escena se hallaron huellas y ADN que no coinciden con ninguna de las personas que fueron acusadas de haber tenido alguna participación en los hechos. Los investigadores tampoco pudieron establecer un móvil del homicidio.
Carrascosa pasó los últimos cuatro años preso en el penal de Campana, desde donde sigue proclamando su inocencia y pidiendo justicia para su difunta esposa.

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