Señor Director:
"Los abajo firmantes somos amigos del matrimonio Carrascosa desde hace más de 30 años. Hemos asistido, entre atónitos y doloridos, al tratamiento despiadado y poco documentado esgrimido ante este acontecimiento.
"Ni María Marta ni Carlos merecen que se sigan divulgando infundios que afectan su buen nombre y honor. Un ejemplo de esto son las declaraciones de una señora que afirma que en el velorio había un ambiente festivo y que Carlos Carrascosa estaba preocupado exclusivamente por atender a la gente, sin dar muestras de dolor por el fallecimiento de su mujer.
"Pues bien, todos nosotros estuvimos en el velorio, y podemos afirmar que el único clima imperante era el de dolor por la desaparición de María Marta expresado palmariamente en el silencio que reinaba en la casa, sólo interrumpido por el llanto incontenible de familiares y amigos.
"Por otra parte, Carlos estaba como ausente, tratando de asimilar el impacto que esta muerte le produjo, y de ninguna manera preocupado en atender a alguien.
"No comprendemos pues el objetivo de la declaración de esta señora, que tanto daño ha causado, ni tampoco que se arrogue el derecho de interpretar de qué manera debe manifestarse un ser humano enfrentado a una situación de dolor extremo, cuando todos sabemos que no existe una actitud única frente a la muerte.
"Seguimos confiando en que, finalmente, la Justicia resolverá este caso en el plazo más breve posible."
Mario Carassale, DNI 5.072.662
Oscar Chiesa, LE 4.407.088
Marcelo Hussey, DNI 7.748.259
Balbino Ongay, LE 4.518.250
Ernesto Otamendi, LE 4.529.219
Roberto Tabbush, CI 4.847.358
Guillermo Sánchez Saravia, DNI 4.634.149
Esta carta fue publicada en el diario "La Nación" el 22 de abril de 2003

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