Web Toolbar by Wibiya Caso García Belsunce: Forenses: "no hubo pegamento y no se veían los orificios"

jueves, 8 de marzo de 2007

Forenses: "no hubo pegamento y no se veían los orificios"

Las declaraciones de dos forenses que fueron leídas en la octava jornada del juicio oral que se realiza en los tribunales de San Isidro por el asesinato de María Marta García Belsunce favorecieron a Carlos Carrascosa, el marido de la víctima y único acusado del homicidio.
No obstante, la reproducción de la conversación telefónica entre Carrascosa y la operadora de la empresa de medicina prepaga que atendió la llamada para pedir la ambulancia sembró dudas sobre la actitud del marido de la víctima y sobre quiénes estaban con Carrascosa en su casa del country Carmel cuando encontró a su esposa en la bañera.
En una de las grabaciones difundidas ayer se podía escuchar la voz de Carrascosa, la de la operadora y, de fondo, se advertían los sollozos de una mujer.
Si bien no se pudo escuchar con claridad en la grabación, una importante fuente de la investigación dijo que en la cinta quedó registrada la voz de un hombre que increpa a la mujer que llora. Los peritos de la Gendarmería, que analizaron las cintas, concluyeron que no se puede identificar a esas voces ni lo que dicen y que ellos sólo detectaron los llantos y voces femeninas, pero no la masculina.
Lo llamativo del caso era que en el momento en que Carrascosa hizo la llamada, el 27 de octubre de 2002, a las 19.07, según declaró el acusado, sólo estaban en su casa él y la masajista Beatriz Michelini.
Con respecto a las declaraciones que beneficiaron a Carrascosa, los legistas Héctor Moreira y Alejandro Flores expresaron que no se encontraron restos de adhesivo de contacto en el cráneo de María Marta y que no había signos de que algún hueso hubiera sido pegado con una sustancia similar.
Además, los forenses sostuvieron que fue posible que "una persona común, que no fuera médico, pudo no haberse dado cuenta tranquilamente de que esas lesiones no habían sido provocadas por disparos de un arma de fuego".
De esta forma, Flores y Moreira, que se desempeñan en la Dirección de Policía Científica de la policía bonaerense, favorecieron a Carrascosa, quien, según reveló la transcripción de una desgrabación de una conversación telefónica, instaló la teoría de que su esposa murió a causa de un accidente doméstico al caerse en la bañera, cuando en realidad había sido asesinada de cinco balazos en la cabeza.
Ambos forenses hicieron las declaraciones ante el juez de instrucción porteño Julio Lucini, quien estuvo a cargo de la investigación por la falsificación del certificado de defunción de María Marta.

LA AUTOPSIA
Moreira participó de la autopsia que se hizo en la Morgue Judicial porteña el 2 de diciembre de 2002, es decir, 36 días después del homicidio.
"Al pasar la mano por la cabeza se desprendieron mechones de pelo y descubrí cinco agujeros. A simple vista, sólo se veían las lesiones contusas cerradas, es decir que no se veía ninguna lesión abierta, no se observaron lesiones producidas por armas de fuego. Las lesiones tenían una apariencia redondeada, cuyos bordes estaban encimados, sin apertura, y se confundían con un grupo de lesiones contuso punzantes", explicó Moreira.



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