Web Toolbar by Wibiya Caso García Belsunce: Todo me huele a mierda...

martes, 2 de agosto de 2011

Todo me huele a mierda...

Hace unos días volvió a aparecer en diarios y televisión este caso. Mi postura con respecto a la familia era como la de la mayoría, es decir que los creía culpables, aunque debo admitir que me parecía imposible que los hermanos hubieran sido capaces de cometer semejante delito justamente por el vínculo que los une a María Marta. Con respecto a Carrascosa y Bártoli, supuse que podían ser culpables por no tener un lazo sanguíneo directo con la víctima, pero en un momento hice algo que todos deberíamos hacer: utilizar el sentido común y pensar por mí mismo, tratando de evitar la desenfrenada influencia de los medios sobre mi pensamiento y mi inteligencia. Entonces empecé a intentar escuchar la otra campana, la voz de los familiares. Reconozco que nunca lo había hecho, no sé si por irresponsabilidad o comodidad, lo cierto es que hacerlo cambió totalmente mi postura frente a este caso.

Luego de escuchar atentamente las declaraciones de los distintos familiares me puse en situación y traté de verme yo mismo en un momento similar para tratar de imaginar qué hubiera hecho yo en su lugar. Mi conclusión fue simple: hubiera hecho lo mismo. El conjunto de torpezas que cometieron no los hace culpables, muy por el contrario creo que son una prueba más de su inocencia, ya que si hubieran planeado el asesinado hubieran sido muy cuidadosos en esos detalles. Sus propios errores en vez de culparlos, los eximen.

Con respecto a la supuesta "frialdad" con que afrontaron la situación, me parece que es todo lo contrario, incluso de Carrascosa, de quien se dice que estaba hecho un ente y muchos lo atribuyen a una actitud fría y calculadora, cuando en realidad no reacciona porque no sabe ni dónde está parado... Escuchando su primer llamado a OSDE, está más que claro que el tipo ni sabe darle explicaciones de cómo llegar... casi, diría yo, ni se acuerda bien el camino. En la segunda llamada sí da un poco más de explicaciones pero igualmente se nota que lo único que quiere es dejar de perder el tiempo con esa llamada y que la ambulancia llegue lo antes posible, pues repite una y otra vez: "por favor vengan pronto que es una emergencia". El hombre está consternado, se le está yendo su ser más querido, se ver perdido y confuso; pero aún así insiste y pide ayuda. Es eso la conducta de un asesino o del encubridor de un asesino? la respuesta es NO. Esa conducta es la que cualquiera de nosotros hubiera tenido en tal situación. Nadie sabe cómo va a reaccionar ante los imprevistos, ese depende del temperamento de cada uno. Unos pueden ser colaboradores, activos, de rápida reacción; y otros pueden inmovilizarse. Ni una cosa ni la otra convierte a nadie en culpables. Para demostrar la culpabilidad de una persona hay que aportar pruebas reales, y en este caso no las hubo ni las hay. Todo lo presentado por el fiscal ha sido inventado y manejado con el único objetivo de culparlos de homicidio o encubrimiento, y esto para ser el héroe delante de la prensa y la opinión pública que reclama justicia; y por supuesto para zafar de lo que se le venía si llegaba a reconocer que no cumplió con ninguno de los procedimientos obligatorios de su función en el momento de presentarse como fiscal ante una muerte violenta. Vale aclarar que "muerte violenta" es HOMICIDIO, SUICIDIO o ACCIDENTE. Ante este tipo de casos el primer deber del fiscal es ordenar la autopsia de forma inmediata. En este punto no hay discusión, es así. Por lo tanto, aún sin sospechar que había sido un homicidio o asesinato (para diferenciarlo hay que saber los móviles del crimen) y se pensaba en el accidente, era su deber ordenar la autopsia inmediatamente, y este señor no lo hizo. Esta fue sólo una de las tantas cosas que lo hicieron faltar a sus deberes de funcionario público y que le pueden costar su carrera. El mayor encubridor en este caso es el señor Diego Molina Pico.

El obrar del fiscal y ciertos tribunales no pueden haber estado más lejos de la justicia... Hoy en día hay un inocente condenado a perpetua, y detrás de él toda una familia ya condenada por la sociedad con sus vidas destruídas. Diganme si alguno de nosotros tiene derecho a juzgar así a alguien sin las pruebas imprescindibles para ello. Tenemos la mala costumbre de creernos lo que nos dicen sin detenernos por un momento a analizar las cosas. De la mano de un fiscal sin escrúpulos ni dignidad humana, la prensa amarillista busca las portadas, el rating, y todo lo que atraiga el morbo de la gente... y nosotros somos tan imbéciles que hacemos lo que ellos quieren que hagamos: compramos sus diarios, les damos rating y nos ponemos del bando de los "buenos" para justificar nuestras miserias diarias repitiéndonos una y otra vez que "no somos tan malos como esta familia". Vergüenza debería darnos ser tan cobardes, tan mediocres. Deberíamos ser más íntegros y ponernos en el lugar de la familia para ver las cosas con los ojos de ellos y pensar objetivamente qué hubiéramos hecho.

Con respecto a los médicos, es verdad que no siempre es tan fácil hacer el diagnóstico de herida por arma de fuego, a veces te podés "comer" cosas que luego parecen obvias y realmente no lo son. Yo soy médico legista por lo tanto les aseguro que del tema puedo hablar un rato largo. En lo único que estuvo mal mi colega es en no hacer la intervención policial y exigir la presencia de un fiscal ante una muerte violenta, pero esto tampoco lo convierte a él en asesino o encubridor. No hubo "dolo" en su actuar y para asesinar o encubrir es necesario que ocurra el dolo. Esta palabrita (dolo) significa la intencionalidad del acto cometido, es como decir "lo hizo a propósito". A este médico, quien reconce en su declaración que se equivocó porque no sabía que tenía que hacer la intervención policial, sólo se lo puede imputar por negligencia, un delito culposo que nada tiene que ver con la imputación que recae sobre él. (el delito culposo es sin intención)

Hay muchos puntos interesantes para debatir sobre esta causa pero me extendería mucho. Sólo quiero mencionar, para ir terminando, las muestras de ADN de la sangre encontrada en el lugar del hecho. Fueron encontradas pequeñas gotas de sangre correspondientes a dos hombres y una mujer. Estas manchas son rastros dejados por los asesinos y es de vital importancia cotejarlos con los perfiles genéticos de todos los imputados en la causa para identificar a quién de ellos corresponde y descubrir así a los culpables. Esto se hizo, se le extrajo sangre a todos los familiares, vigiladores y hasta al señor Pachelo... todas dieron negativas. O sea que ninguno de ellos es el "dueño" de esa sangre, por lo tanto no son los asesinos. El asesino está suelto y eso lo sabe bien el fiscal. También sabe que ante esta prueba científica no tiene argumento para seguir acusando a la familia, sin embargo lo sigue haciéndo... no así con el señor Pachelo. Por qué siguen investigando a la familia y no a este personaje si ninguno de ellos dio positivo en el cotejo de ADN?... porque hay que culpar a la familia para que Molina Pico salve su pellejo...

Para cerrar quiero pedir perdón a la familia de María Marta por haber pensado en un pricipio en su culpabilidad al haberme hecho eco de la estupidez mediática y la mediocridad de un fiscal. Espero que Dios les de una mano y que todos aquellos que levantan el dedo acusador tengan la dignidad y los huevos suficientes para saber pedir perdón cuando todo esto se aclare.

Yo quisiera poder ayudar en algo, escribo esta reflexión en mi blog con la esperanza de abrir los ojos de alguna persona, porque esta persona hará lo mismo y así sucesivamente... por uno se empieza a contar y la suma es exponencial.

No nos quedemos de brazos cruzados, nada da más vergüenza que la cobardía.

Publicado por Ácido crítico

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